Nombre común Bengalí rojo
Nombre científico Amandava amandava
Nombre catalán Múnia roig
Nombre gallego Bengalí vermello
Nombre euskera
Nombre inglés Red avadavat
Presencia Habitual; residente
El bengalí rojo se ha convertido por derecho propio en nueva especie de la avifauna española, aunque haya sido gracias a la poco recomendable vía de la introducción de aves exóticas. De origen asiático y brillantes colores, como se deduce de su nombre, ha ocupado con éxito un medio nuevo y artificial: los cultivos de regadío. La abundante presencia, en estos ambientes, de agua en pleno estío le permite criar en fechas atípicas para nuestra latitud, siguiendo el ritmo de los monzones de su distribución original.
Descripción Clasificación Orden Passeriformes; familia Estrildidae
Longitud 9,5 cm
Envergadura 14 cm
Se caracteriza por su tamaño diminuto y por su intenso color rojo. El macho en plumaje nupcial luce color rojo carmín en la cabeza y el cuerpo, con lunares blancos en el pecho, los flancos y el obispillo (dibujo 1). En ocasiones, las zonas superiores muestran cierto tinte verdoso. Posee alas pardas, con las puntas de las plumas blancas, vientre pardo oscuro y cola negra. El pico exhibe un intenso color rojo, lo mismo que el iris, siendo las patas de color rosa. Fuera de la época de cría, el macho presenta un plumaje más apagado, similar al de la hembra, único caso en la familia de los estríldidos.
La hembra tiene en todas las estaciones, al igual que el macho fuera del periodo reproductor, las partes superiores de color marrón liso, las inferiores de un tono pardo grisáceo y el obispillo rojo, y su plumaje puede estar salpicado con algunas motas blancas. Su pico es de color rojo apagado, y en la cara exhibe un marcado antifaz oscuro (dibujo 2). El plumaje juvenil coincide con el anterior, salvo por la ausencia de rojo en el obispillo.
La presencia de grupos de 10-25 ejemplares, que lanzan frecuentes reclamos y realizan vuelos muy rápidos y directos, resulta muy característica de esta especie.
Canto Emite con frecuencia un piar breve, muy agudo, descendente y de timbre metálico, que recuerda el sonido originado por el movimiento de un columpio oxidado (chiiik…, tiiik..., sssiii).
Dónde vive En el mundo Su área de distribución natural se encuentra en Asia, desde Pakistán, pasando por India, hasta Indonesia y sus islas. Su empleo como ave de jaula y su fácil adaptación han permitido el establecimiento de poblaciones permanentes en diversas partes del mundo: España, Portugal, Francia, Italia, Egipto, Israel, Arabia Saudí, Filipinas, Japón, Fiyi, Hawái y Puerto Rico.
En España Se considera que la subespecie amandava es la presente en España, donde solo ocupa la Península. Las primeras citas se remontan a 1973, en Madrid, y 1981, cuando cría en Badajoz. Desde entonces ha ido ampliando progresivamente su área de distribución, proceso que parece continuar. En el Atlas de las aves reproductoras de España, el bengalí rojo fue detectado en 14 provincias, con las mejores poblaciones en Extremadura (vegas del Guadiana, Alagón y Tiétar). Otros núcleos estables se localizan en Madrid (Tajo y Jarama), Granada (Motril y Salobreña), Málaga (Guadalhorce, Vélez) y Sevilla (marismas del Guadalquivir), existiendo además citas de escapes y reproducción puntual en otras provincias.
Desplazamientos y migraciones Aunque en su área de origen asiática realiza migraciones, incluso de larga distancia, en España se comporta como una especie residente. Sólo se conocen movimientos de corta distancia entre zonas próximas, generalmente siguiendo los ríos y sus vegas. Fuera de la época de cría, entre enero y julio, se reúne en dormideros. Población La población reproductora española se estima en varios miles de ejemplares, en su mayoría concentrados en Extremadura, donde se calcula un mínimo de 5.000 parejas.
Hábitat En España se asocia a cultivos de regadío, fundamentalmente a la vegetación palustre que crece en linderos, canales y acequias. Su carácter adaptable le permite ocupar en cada zona los cultivos disponibles, como, por ejemplo, maizales en Cáceres y Madrid, arrozales en Badajoz y Sevilla, y caña de azúcar en Málaga y Granada. En la mayoría de los casos se trata de cultivos regados en verano, lo que le proporciona un ambiente artificial de elevada temperatura y humedad, similar al de sus zonas de origen.
Alimentación Su dieta en España, básicamente granívora, está integrada por semillas de plantas silvestres y, en menor medida, cultivadas, que consume tanto sobre la vegetación como en el suelo. Cuando se alimenta es posible observar bandos compactos similares a los formados por los gorriones.
Reproducción Ave monógama no colonial, con un periodo de cría atípico para España, pues realiza las puestas entre julio y noviembre, en fechas coincidentes con los monzones asiáticos. Posiblemente efectúe más de una
puesta anual, de cuatro a siete huevos, de color blanco. El nido consiste en una esfera hueca de hierba seca con entrada lateral, que se sitúa escondido en un arbusto (sauce, zarza), entre vegetación palustre (enea, carrizo, caña) o en los propios cultivos, a menos de un metro de altura o incluso sobre el suelo. Tras una breve incubación de 13 días y unos 18-20 días de cuidados por parte de ambos padres, los pollos abandonan el nido.
Amenazas y conservación Es un ave exótica invasora, por lo que no se incluye ni en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas ni en el Libro Rojo de las aves de España. En todo caso, el bengalí rojo debe ser tratado como posible fuente de amenaza para el medio natural y las especies autóctonas. De momento no se han detectado efectos negativos, dado que ocupa un medio totalmente artificial, donde muchas aves nativas están limitadas ecológicamente. No obstante, hay que evitar por precaución el tráfico de aves exóticas, así como su introducción, deliberada o fortuita, en el medio natural, además de realizar un adecuado seguimiento que permita detectar a tiempo consecuencias negativas sobre especies y espacios autóctonos.
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