Diamante babero de cola larga

Su longitud total es de 17 centímetros. Las zonas superiores del cuerpo son de un bruno-isabel rosáceo. Las grandes rémiges tienen en los bordes exteriores un fino filo blanco. La parte superior de la cabeza, nuca, lados del cuello y mejillas, son de un suave gris azulado. Los lores son negros así como el mentón y a zona del buche, dónde forma el característico babero. Tiene una banda negra que se extiende desde la arte posterior de la espalda hasta el inicio de la patas. Los ojos son de color bruno, las patas color carne y el pico amarillo.

Variedad de pico rojo (Phoephila acticaudata hecki)

También denominado “Diamante de Ludwig Heck”, tiene la misma talla y características que el anterior, del que le diferencia el pico color rojo, las patas rojas y el color general del plumaje, más oscuro por mayor riqueza pigmentaria.

Dimorfismo sexual

En las hembras el babero es más reducido y menos abierto “en abanico, aunque en ocasiones puede dar lugar a ciertas dudas, que pueden tener relación con la edad, la condición del ejemplar, etc. En las hembras muy jóvenes- unos dos meses- el babero tiene forma de gota de agua, mientras que en esta época el macho comienza a cantar, por lo que pueden ser sexados relativamente pronto. El pájaro adulto es más difícil diferenciar ambos sexos aunque existen pequeñas diferencias a parte del tamaño del babero o del canto: el color de la parte superior de la cabeza es de un gris azulado más oscuro en la hembra y más claro en los machos; también las rectrices medianas de la cola son más largas y finas en los machos.

Hábitat

En estado salvaje viven habitualmente en grandes bandadas en las regiones salvajes tropicales plantadas de eucaliptos y zonas herbáceas a lo argo de pequeños arroyos, donde encuentran su alimento que consiste principalmente en las semillas secas de las gramíneas, que suelen buscar por el suelo.

Reproducción en libertad

De setiembre a enero, según as condiciones atmosféricas, se separan por parejas para iniciar la reproducción. Empieza la construcción del nido, en forma de botella, con tiras de hierba y tapizan su interior con hierbas más finas y pequeñas plumas. Los nidos están ubicados entre las hierbas altas o en un matorral espeso, y, en ocasiones, en las ramas bajas de los árboles. La puesta, de cinco a seis huevos blancos, se produce al terminar la época de las lluvias, en  que los grandes espacios herbáceos se encuentran en las mejores condiciones para alimentar a los jóvenes con granos tiernos a los que añaden también algunos insectos y larvas. El periodo de incubación es de unos trece días.

Alojamiento

Dado su carácter tranquilo y pacífico, lo ideal es el voladero donde puede convivir con otros pájaros. Dependiendo de las condiciones climatológicas ambientales, el voladero puede ser exterior- siempre que disponga de un rincón seco y abrigado- aunque si la temperatura llega a los 0 grados C, es preferible que durante la época de invierno sean trasladados a un voladero interior. En ambos casos se mantendrán los nidos durante todo el año pues se refugian en ellos para dormir durante la noche.

En ocasiones pueden llegar a criar en los normales jaulones de cría, ero, aparte de que la probabilidad de cría sea menor, existe el problema adicional de falta de desarrollo tanto de la pareja como de los polluelos. Son pájaros ágiles que precisan posibilidad de movimiento.

Alimentación

La mezcla de ranos debe tener un 60% de alpiste y un 40% de mezcla de diversos mijos ( amarillo, blanco y panicet), añadiendo un poco de negrillo y avena pelada. Comen muy bien el mijo en espiga, que puede utilizarse como golosina durante la época de cría y ara habituar a comer a los pollos. No son muy aficionados a las pastas, comida viva e incluso verduras, pero conviene ponérselos aunque sea una vez a la semana ara habituarlos a este tipo de comida muy interesante para la alimentación de los polluelos.

Son imprescindibles los productos calcáreos (hueso de jibia, grit, cáscara de huevo pulverizada, etc. ) El agua debe renovarse cada día proporcionando recipientes donde puedan bañarse ya que incluso durante el invierno lo hacen frecuentemente.

Reproducción

Al valorar la “facilidad” de cría de estos pájaros hay que tener en cuenta la variabilidad de comportamiento de una pareja a otra. En ocasiones no plantean problema alguno y crían magníficamente. En otras ocasiones aparecen problemas de abandono o expulsan a los polluelos del nido. La causa de este comportamiento parece ser más que un mecanismo de “rechazo”, una reacción de “extrañeza” ante lo que advierten en el interior del nido. Este fenómeno es muy frecuente en parejas que no han criado con anterioridad, en especial cuando se rata de pájaros excesivamente jóvenes. Por esto no es conveniente utilizar como reproductores ejemplares de menos de diez o doce meses. Algunos criadores aconsejan la utilización de ejemplares de segundo año.

A finales de abril hay que proporcionarles los nidos, del tipo de las casetas utilizados para el diamante mandarín, colocando varios de ellos ara que puedan elegir. También deben disponer de material para la nidificación ( hierbas finas, fibra de coco, cuerda de cáñamo deshilachada, etc.) que será transportado hasta el nido por el macho, mientras la hembra se ocupa de preparar su interior, que tendrá el aspecto de una bola con la entrada en forma de túnel.

Una vez realizado el apareamiento empieza la puesta que suele ser de cuatro a seis huevos de color blanco que serán incubados durante unos 15 días. La incubación la comparten macho y hembra que se alternan durante el día. Por la noche ambos permanecen dentro del nido.

Este diamante australiano no suele plantear problemas cuando se inspecciona el nido, ni cuando se lleva a cabo el anillaje, que se realizará alrededor del octavo día del nacimiento con anillas de 2,5 centímetros de diámetro interior. No hay que preocuparse si se escucha a los pequeños piar dentro del nido, éste es un signo de que todo marcha bien. A los veinte días los jóvenes abandonan el nido, ero vuelven a él para asar la noche. Crecen muy lentamente y necesitan ser alimentados durante un mes antes de ser totalmente independientes. El plumaje de los jóvenes es gris oscuro y el pico y las patas son de color negro que actúa como “estímulo de cebo”, hasta que la aparición del color característico de la especie, síntoma de autosuficiencia ,determina el frenado y la desaparición de este estímulo.

A los tres meses se inicia el período de muda que dura entorno a un mes y termina con la aparición de las características de los ejemplares adultos. Sin embargo la vinculación a los padres se prolonga – tal vez por necesidad de aprendizaje- más tiempo, lo que hace aconsejable no separarlos de los padres hasta los seis meses. Si se separan prematuramente pueden morir junto a los comederos o bebederos  llenos incapaces de utilizarlos.

Pueden llevar a cabo tres nidadas al año, pero si queremos conservar una buena