PREPARACIÓN DE LOS REPRODUCTORES PARA LA CRÍA ¿Quién No ha preguntado al inicio de cada temporada de cría, a algún amigo o conocido criador, cual es el método que emplea de cría o los productos (vitaminas, antibióticos…) que utiliza? Consideramos que es fundamental el tratamiento y plan al que debemos someter a los reproductores, pues de ello depende el éxito o fracaso de la cría y el nacimiento de futuros campeones. En primer lugar hay que partir de algo fundamental: la temporada de cría no empieza en febrero o marzo, cuando vamos a poner a nuestros pájaros a criar, sino que empieza justo al final de la temporada anterior. Cuando ya hemos separado a nuestros pollos de sus padres por el mes de junio, caemos en el error de centrar toda nuestra atención en los noveles, dándoles todo tipo de cuidados para prepararlos lo mejor posible para los concursos; olvidando casi por completo que en las demás jaulas tenemos el origen de esos futuros campeones, que acaban de finalizar su labor de procrear, agotados y desmejorados. Es importantísimo prestar la misma atención tanto a unos como a otros. En el período de reposo deberemos tener separados a los reproductores, los machos de las hembras, hasta comienzos de año. En segundo lugar, deberemos realizar la selección de los reproductores de manera estricta y selectiva y nada compasiva; no sirve emplear para la cría un macho o una hembra de extraordinarias cualidades cuando el pájaro no se encuentra totalmente sano o con síntomas que delatan alguna alteración. Por supuesto, también desecharemos aquellos ejemplares que, aún estando sanos, no tienen la suficiente calidad como para aportar algo positivo al criadero. Si el pájaro está sano no es necesario aportar ningún antibiótico, ya que éstos deben utilizarse para curar y no para prevenir. Si utilizamos de forma continua los antibióticos, a la hora de necesitarlos realmente, no surtirán el efecto deseado y no erradicaremos el problema. Cuando ya hemos formado las parejas y comprobamos que ambos están en celo, les uniremos y pondremos a  su disposición el material necesario para la construcción del nido. Es importante no adelantar el momento adecuado; ¿cuántos de nosotros hemos escuchado a compañeros criadores que en pleno mes de enero ya tienen hembras echadas o incluso alguna nidada ya nacida?  No hay que dejarnos lleva por la impaciencia, pues el error de no esperar el momento adecuado, nos puede exponer a lo siguiente: -          Huevos claros: puede que todavía tengamos machos que aún no estén preparados para copular, aunque los veamos vigorosos y cantarines, por lo que nos encontraremos con la puesta perdida por huevos infecundos.- -          Huevos fríos o rotos: podemos encontrarnos con hembras que ponen sus primeros huevos y no los incuban, o en vez de en el nido, los pongan en la rejilla de la jaula debido a su inmadurez sexual.-  -        Peleas: Cuando alguno o ninguno de los dos miembros de la pareja están en plenas condiciones de celo, puede ocurrir, o que se limiten a convivir en la jaula o que se produzcan continuas peleas debido a que el macho acosa a la hembra y esta aún no está preparada para la cría. En definitiva, es mejor esperar el momento oportuno, para evitar lo anterior, así tendremos mayor número de parejas criando a la vez, lo que nos permitirá jugar con huevos y crías, en caso de que necesitemos hacer algún cambio de nido en caso de urgencia por cualquier motivo.-